Es muy importante saber que hacer un seguimiento a una persona sin acreditación y sin orden judicial, aprovechando las nuevas tecnologías que hacen que sea muy fácil para cualquiera, puede llevar a incurrir en una violación de los Derechos Fundamentales.
Especialmente el uso de las nuevas tecnologías, sobre todo en los teléfonos móviles, han propiciado que cualquier persona pueda hacer un seguimiento a otra como si de un detective se tratase.
Para esto se recurre mucho a, por ejemplo, Whatsapp, que informa de si se han recibido los mensajes enviados, hora, día, última conexión... Esto ha supuesto una revolución en el mundo de la comunicación y ha provocado muchos problemas entre parejas por, entre otras cosas, estar conectado a deshoras, lo que ha llevado a que se sospeche de posibles infidelidades.
Si realmente se quiere averiguar algo, es mejor contratar a un detective privado que hará este seguimiento pero utilizando sólo medios legales.
Intervenir un teléfono está penalizado por la Ley y aunque existen en el mercado softwares y herramientas informáticas que lo posibilitan, sólo se puede llevar a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con una orden judicial.
**Y ya no sólo se trata de cometer un delito si se utilizan esos medios sino que esas pruebas presentadas ante cualquier Tribunal de Justicia no tienen ningún valor mientras que las pruebas obtenidas por un detective privado y conseguidas por medios totalmente legales, sí.
LAS PRUEBAS QUE SE QUIERAN CONSEGUIR , EN PRIMER LUGAR, HAY QUE ESTAR LEGITIMADOS PARA PODER INICIAR UNA INVESTIGACIÓN Y TIENEN QUE SER OBTENIDAS DE FORMA LEGAL, UTILIZANDO SÓLO MEDIOS LEGALES Y OBTENIDAS SÓLO POR PROFESIONES ACREDITADOS.
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